domingo, julio 8

MEJICO

Primavera Mexicana

Se movilizan miles

contra las irregularidades en la elección

                                                                                     FOTO: JOSÉ CARLO GOZALEZ
Periódico La Jornada
Domingo 8 de julio de 2012, p. 2
Sin líderes visibles, sin templetes, sin oradores, sin discursos, la megamarcha de ayer fue contundente en su objetivo: gritar a los cuatro vientos el rechazo a la imposición de Enrique Peña Nieto como presidente de la República y denunciar –en miles y miles de voces– el fraude y las irregularidades durante las elecciones del domingo pasado. Fue la expresión multitudinaria de una ciudadanía agraviada que se niega a guardar silencio.
La protesta, en todo momento pacífica, empezó a las tres de la tarde al pie del Ángel de la Independencia, se dirigió al Zócalo, adonde el primer contingente entró a las cuatro y media de la tarde y el último llegó a las 7:45 de la noche.
Pero la cosa no acabó ahí. Sobraba energía e indignación y de la Plaza de la Constitución varios contingentes continuaron su caminata hacia la iglesia de Regina Coelli, ubicada en la esquina de Bolívar y Regina, donde se llevaba a cabo la boda del comediante Eugenio Derbez y la actriz y cantante Alessandra Rosaldo, que en ese momento transmitía Televisa.
Llegaron a una fiesta a la que no estaban invitados y donde fue evidente que no los esperaban. Mientras la muchedumbre rodeaba el templo y arreciaban las consignas que se habían gritado durante todo el recorrido, el personal de seguridad que vigilaba la entrada empezó un agitado ir y venir. A la distancia se veían los rostros descompuestos del personal encargado de la logística, que parecían no saber qué hacer ante los gritos que se escuchaban dentro de la iglesia y a través de la televisión.
¡Peña no ganó, Televisa le ayudó!,¡Queremos escuelas, no telenovelas!,Esos son, esos son, los que chingan la nación, “¡Que no te eduque la Familia peluche!”, fueron algunas de las consignas que retumbaban en el exterior mientras Derbez y su novia estaban frente al altar. Pero el grito más repetido y sentido fue el de ¡Fraude, fraude, fraude, fraude!
Los fotógrafos de la fuente de espectáculos, con las cámaras apuntadas hacia la entrada del templo, también fueron blanco de las increpaciones de la multitud. ¡Volteen, acá está la noticia!,¡Prensa vendida!
Fue el colofón de una movilización que por momentos parecía una redición de las llevadas a cabo en 2006 por el mismo motivo. Sin embargo, hay evidentes y sustanciales diferencias: aunque había manifestantes de todas las edades, la mayoría eran jóvenes. Y la otra quedó resumida en una pancarta:Esto no es por López Obrador, es por la nación.
Por sí solas, las consignas y las frases plasmadas en mantas, cartulinas y carteles daban cuenta de los agravios que estaban siendo repudiados: “Mexico no está de luto, está encabronado. Este movimiento no es de izquierda ni de derecha, es de sentido común. La patria no se vende, se ama y se defiende. ¿Delincuente yo?… yo no fui el que compró votos, no a la imposición. Mi mamá dice que soy guapo y que puedo ser presidente. No es cierto que todo tiempo pasado fue mejor. Si Zapata viviera, en su madre les pusiera”.
Además de Peña Nieto, el PRI, Televisa y el Instituto Federal Electoral, los manifestantes añadieron un nuevo nombre a su lista de objetivos: Soriana, por el caso de las tarjetas de la cadena utilizadas para la compra masiva de votos.
Cuando la megamarcha fue convocada, no quedó claro quiénes eran los organizadores. Por redes sociales se hablaba de distintas agrupaciones, entre ellas el movimiento #YoSoy132. Sin embargo, en un comunicado los voceros de esta agrupación se deslindaron y señalaron que entre los convocantes había personas asociadas al PRI. Dieron el nombre de Roberto Medina Nava, consejero académico suplente de la Facultad de Derecho de la UNAM.
No obstante, en un segundo comunicado sobre el tema, en su página oficial #YoSoy132 saludaba la movilización y reconocía el derecho de cualquier ciudadano a manifestarse contra la imposición de Enrique Peña Nieto. Eso sembró dudas en algunos, pero no inhibió a los participantes. Si alguien tuvo otra intención alrededor de la movilización, fue rebasado por los ciudadanos. Anonymous lo había dicho ya en su cuenta de Twitter: La marcha es de los que asisten.

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