martes, octubre 26

Pueblo, conciencia y televisión

Encuentro Internacional de Televisiones Comunitarias en Chile


No es casualidad que quienes tienen el poder de los medios de comunicación sean quienes tiene el poder económico y político, y que la resistencia a esta dominación sean los medios que nacen de las bases sociales.Por Victoria Lozano, Diario Uno
El encuentro de televisiones comunitarias organizado por la Señal 3 de la población La Victoria y la Fundación Víctor Jara y Víctor Jara TV los días 14, 15 y 16 de octubre, contó con la presencia de comunicadores argentinos, bolivianos, españoles, mapuche y chilenos. Constructores sociales que no tienen miedo de la palabra revolución y que han logrado articular una red global que cambiará la historia de la comunicación en baja frecuencia.

La reciente creación de la red global de televisiones comunitarias www.comunitariostv.org marca un antes y un después en el impacto de estos medios, que hasta ahora quedaba confinado a sectores pequeños y aislados unos de otros. “Este nuevo portal permitirá el intercambio gratuito de información que los canales comunitarios producen en todo el mundo, articulando una enorme cadena. Cuando ocurra un hecho noticioso en cualquier parte del mundo podremos informarnos desde sus protagonistas y no por el producto elaborado que hacen los medios grandes según sus intereses”, explica Polo, uno de los directores de la señal 3.

Ximena de la Barra, expositora en el encuentro y experta en análisis social, dice que el poder de los medios es indiscutible “Los medios masivos penetran conciencias y territorios, pero no son observatorios de vigilancia y denuncia de los demás poderes, sino que son funcionales al sistema, los caballos de Troya de los operadores capitalistas, sistema que ha hecho que América Latina sea el continente con más desigualdad en el mundo, donde los Estados están debilitados y los partidos políticos y sindicatos se dedican sólo a administrar la precariedad. Estos medios ya no informan, sino que su objetivo es crear opinión de acuerdo a proyectos políticos específicos, dentro de los cuales no está el formar ciudadanos con capacidad crítica que puedan hacer efectiva la democracia participativa”.

Bolivia, abre camino para los medios alternativos
El primer canal de televisión comunitaria en Bolivia, Koca TV, nace como propuesta frente a los medios que allá existen, nos cuenta Huáscar Camacho, uno de sus directores. “Allá los canales pertenecen a grupos empresariales, todos a excepción del canal estatal, que es un medio de difusión de las actividades de gobierno”.

“Nuestro canal, ubicado en Cochabamba, trabaja por fortalecer el sentido colectivo, de unidad y comunidad. Se trata de re-conocernos en y a través de los medios, en esta ciudad vive una gran aglomeración de personas, pero son individuos que se comunican muy poco entre sí y que a pesar de compartir el territorio y todo lo que acontece ahí, no están unidos. Nosotros queremos aportar en el proceso necesario de crear y fortalecer los vínculos”.

La situación legal de estos medios en Bolivia, según explica Manuel Martínez, también de Koca TV, está en proceso. “Hemos hablado con gente del gobierno para ir trabajando una propuesta de ley donde lo más alcanzable es lograr que se nos asigne un tercio del espectro radioeléctrico, ya que hoy, la televisión comunitaria no está contemplada en la legislación. Esto va a ser una lucha difícil, tanto como costó sacar la Nueva Constitución, porque el control de los medios es de la derecha nacional y transnacional y no están dispuestos a perder poder”.

Es decir, que somos piratas, remacha Huáscar, quien tiene un sueño más radical “Así como fuimos el primer país en reconocer el agua como derecho humano, deberíamos reconocer la comunicación también. Todo el espectro radioeléctrico debe ser para los medios comunitarios y así terminar con el negocio de la comunicación que aturde y distrae a los pueblos”.

Argentina, ¿la otra cara de la moneda?Nicolás Ruíz, de Giramundo TV, canal comunitario que nació itinerante en los barrios de Mendoza y que hoy transmite desde la “Casita colectiva” lugar donde convergen siete organizaciones sociales, nos cuenta cómo están viviendo su nueva legislación, que otorga un tercio del espectro radioeléctrico para televisiones sin fines de lucro.

“Desde que se aprobó la ley, los canales comerciales han puesto muchas trabas, recursos y maniobras legales para demorar la puesta en marcha, lo que ha significado que aunque la ley está vigente todavía no está aplicada, es decir nosotros seguimos siendo piratas, pero más allá de eso, sin duda que esta legislación es un avance importantísimo en la democratización necesaria de los medios, aunque hay muchas cosas que mejorar para que exista realmente libertad de comunicar.
Lo que más valoro de esta legislación es que ahora en Argentina las personas piensan y discuten sobre cuál es la televisión que quieren ver, qué tipo de comunicación les identifica y quien quieren que la maneje. Esta conciencia crítica social es fundamental, es de las razones por las que existimos los canales comunitarios, contrainformar para que la comunidad sepa más y tengamos más herramientas para decidir”.

La deuda democrática en Chile

Mientras en Bolivia se comienza a bosquejar lo que será una nueva legislación para la televisión comunitaria y en Argentina se logró obtener un tercio del espectro, en Chile no se reconoce a estos medios, inexistentes en la lógica dominante que sólo concibe dos tipos de televisión: la comercial privada y la comercial pública.

Los medios de comunicación son las armas ideológicas con las que se configuran los modos de pensamiento de las grandes masas. “Según el tratamiento que se da a la información se genera opinión y se instalan los temas en la sociedad. El centralismo y la visión comercial son las que predominan en Chile y en ese sentido, el rol de los medios comunitarios es fundamental en la apertura de conciencias y conocimientos, trabajamos por fomentar otros valores sociales, contrarios al consumismo e individualismo. La televisión comunitaria es constructora en la nueva base social”, declara Polo en el encuentro.

En este contexto, la Mesa Ciudadana y TV Digital, formada por la Asociación Chilena de Organismos No Gubernamentales, Plataforma Audiovisual, Observatorio de medios Fucatel, el Colegio de Periodistas de Chile, los canales comunitarios de la Red de Medios de los Pueblos, la Red de Televisiones Populares y Comunitarias de Chile, Unión Nacional de Artistas, Coalición Chilena para la Diversidad Cultural, el Instituto de Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile y la Universidad de Santiago, han realizado una propuesta para que la nueva era de televisión digital en Chile integre de manera equitativa a los medios sin fines de lucro.

“El proceso de digitalización debe ser una oportunidad para la entrada de nuevos actores al mercado televisivo a través de la reserva de un 40% del espectro para las televisiones regionales, locales, comunitarias y culturales nacionales, tal como se propone en el proyecto enviado por el gobierno de Michelle Bachelet, en octubre de 2008 al Parlamento”.

Polo va más allá y agrega “el 33% del gasto de publicidad del Estado debe ir a los medios comunitarios y se debe aplicar un impuesto del 10% a los operadores de cable y canales comerciales por ocupar el espectro radioeléctrico de todos los chilenos y usufructuar de él”.

domingo, octubre 24

650 trabajadores sin sueldo hace 5 meses

El drama de Transaraucaria, se agudizan movilizaciones y once trabajadores están en huelga de hambre hace más de 20 días.

Sin poder trabajar y con la vigencia aún de sus contratos se encuentran más de seiscientos trabajadores de la empresa de transporte Transaraucaria, luego que el Ministerio de Transporte autorizó la venta a una empresa que no tenía la solvencia para pagar ni siquiera un mes de salario y a la que le claudicó la concesión a los dos meses. Hoy, los trabajadores recorren Santiago pidiendo una moneda solidaria, los 164 buses están parados y el gobierno sin dar respuesta.
“La mala administración la pagamos los trabajadores, el perraje”, señala uno de los conductores en la sede de Transaraucaria, empresa de transporte que tuvo concesión de la zona H desde que comenzó a operar el Transantiago, con capacidad para transportar a un millón de usuarios al día y que en sus inicios fue evaluada como número uno en el servicio. ¿Cómo llegaron a esta grave situación? Denis Vargas, uno de sus voceros y dirigentes, explica a Diario Uno.

“La empresa nos debía el pago de imposiciones y todos los descuentos que se nos hicieron por planilla durante dos años, por ejemplo para salud, que no sabemos a donde fueron a parar. Pero en vez de pagarnos y regularizar la situación los dueños vendieron y ahora están administrando la zona G.

La venta se hizo sin que el Ministerio de Transporte verificara a través de un informe que es obligatorio, la solvencia y experiencia necesaria de los nuevos administradores, cuyo dueño es el empresario ruso, director de la Corporación Nuclear Eléctrica de Chile, Anatole Gubin”.
Sorpresivamente para nosotros, continúa el dirigente, al mes de hacerse efectivo el traspaso, el dueño no nos pagó el sueldo correspondiente al mes de junio de este año. “Somos 650 trabajadores, es decir 650 familias que dependen de esta fuente de trabajo.

En ese momento, decidimos hacer un paro para que se nos pagara la deuda y se nos cancelara el sueldo, sin embargo, el Ministerio de Transporte, al segundo día de nuestra movilización decidió claudicar la concesión, mutilando nuestra opción de trabajar y frenando la oportunidad de que la empresa regularizara nuestra situación.

Es decir, que actualmente nos encontramos contratados por la empresa, sin poder trabajar hace cuatro meses y sin recibir sueldo hace cinco”. Mientras tanto y en una medida desesperada por llamar la atención de las autoridades, once trabajadores comenzaron el dos de octubre una huelga de hambre, en su sede ubicada en Pedro Aguirre Cerda.

La huelga de hambre no es un juego
Luego de que los presos políticos mapuche lograron instalar sus demandas con una huelga de hambre que no dejó indiferente a nadie y tras el bochornoso episodio de violadores a derechos humanos presos en Punta Peuco que pretendieron imitarlos, aguantando sólo un día sin comer, la huelga de hambre hoy no es novedad en nuestro país.

Sin embargo, eso no quita el carácter de medida extrema, puesto que significa arriesgar la salud y la vida, aunque la intención no es la muerte, sino que estremecer a la opinión pública y a las autoridades cuando estás hacen oídos sordos a las demandas de justicia y dignidad de, en este caso, los trabajadores.

“Antes de que nuestros compañeros comenzaran la huelga, nosotros acudimos a los tres poderes del Estado, tocamos todas las puertas, incluso nos tomamos el Ministerio de Transporte y la O.I.T. sin obtener ninguna solución a nuestra problemática.

La Coordinadora del Transantiago nos pidió que le bajáramos el perfil a esto, que si no radicalizábamos las movilizaciones podrían encontrar una buena alternativa, sin embargo, la propuesta del gobierno, la única que nos ha dado fue la de hacernos saber que existen 260 cupos de trabajo para conductores.

Obviamente no podemos aceptarlo puesto que con eso se desintegra la unidad de nuestras demandas colectivas y por que quedan casi 400 personas con el mismo problema. Por eso es la huelga, porque estamos realmente en una situación grave, desprotegidos totalmente y es en definitiva, nuestro último recurso”.

Laura Muñoz, la única conductora de buses de Tranaraucaria nos cuenta como con su trabajo logró sacar adelante a sus cuatro hijas, y que hoy se ha tenido que ver pidiendo dinero en la calle. “Es súper triste ver a los compañeros en huelga de hambre, realmente nos inunda a ratos la desesperación y la sensación de derrota, pero sabemos que exigimos lo justo y por eso nos mantenemos firmes, aunque estamos muy desgastados”.


La propuesta de los trabajadores
Los trabajadores exigen que se les garantice la continuidad laboral a todos los empleados en Transaraucaria, efectuando su reinstalación de manera global o proporcional en empresas de Transantiago. “Que se nos pague de inmediato los sueldos que nos adeudan desde el inicio del conflicto y que se regularice cuanto antes las cotizaciones previsionales y por último, que haya un trabajo en conjunto con el Ministerio del Transporte para elaborar un proyecto que garantice, respalde y proteja las indemnizaciones de los empleados del Transantiago.

Que se solucione y terminen ahora todas las vulneraciones que han hecho a nuestros derechos fundamentales como personas y trabajadores”.