sábado, agosto 27

Terrorismo de Estado

por Victoria Lozano (http://resumen.cl/)

El monopolio de la violencia ejercida en dictadura por los uniformados fue la herencia que en democracia se concedió a Carabineros de Chile para cometer excesos represivos a cualquier movilización ciudadana que atente contra el sistema neoliberal establecido constitucionalmente en 1980, del cual se desprenden entre otros, el actual modelo de educación.

Algunos de esos excesos tienen nombre y apellido, y como cómplices a todos quienes optan por olvidar, justificar o simplemente no actuar.


En 1990 Marco Ariel Antonioletti, de 21 años, abrió la lista de asesinados en democracia al ser denunciada su militancia política contraria a la dictadura por Juan Carvajal, quien más tarde fuera asesor de Bachelet.

A Marco lo mataron de un balazo en la frente .

Desde ese hecho en adelante, la lista es larga y ningún Presidente de la República evitó caer en la tentación de dar licencia para matar a su Personal A Contrata de Orden y Seguridad, (PACOS):

José Araya ( de 18 años fue asesinado en 1993 por un disparo en la cabeza por parte de Carabineros),

Sergio Calderón (arroyado por carro lanza aguas en 1993),

Marcos Villegas, Tatiana Navarro y Sergio Valdés ( murieron mientras se transportaban en una micro, por balas pérdidas de Carabineros en un enfrentamiento por un asalto ocurrido en el sector),

Nelson Riquelme (de 16 años fue asesinado por Carabineros en una manifestación callejera el año 1995),

Claudia López (estudiante de danza murió baleada por la espalda en 1998, en medio de una protesta),

Cristian Varela (murió de un derrame cerebral provocado por los gases lacrimógenos en 1998),

Daniel Menco (fue asesinado por balazos de Carabineros en 1999),

Jaime Pinchilef (joven evangélico muerto por ataque al corazón provocado por las bombas lacrimógenas en 1999),

Boris Gatica (fue asesinado por los disparos del Ex Sargento de Carabineros Jaime Molina en 1999),

José Vera (fue arrollado por un auto de Carabineros el 2001),

Rodrigo Cisternas (trabajador forestal que fue asesinado por una ráfaga disparada por el Grupo de Operaciones Policiales Especiales el 2007),

Marcelo González (muerto por edema pulmonar provocado por golpes de los PACOS el 2008),

Franco Coronado (de 19 años, fue asesinado el año 2010, en un furgón de Carabineros tras ser detenido en Cabrero, según las denuncias de sus familiares el joven sufrió patadas en la cabeza, lumazos y otras agresiones que le provocaron la muerte).

La lista es aún más amplia, sin embargo, no se pueden dejar de mencionar a Johnny Cariqueo (de 22 años, quien murió luego de ser torturado en una comisaría de Pudahuel), Jaime Mendoza Collío (de 24 años, quien fue asesinado por la espalda y golpeado post mortem), Matías Catrileo (de 22 años, asesinado por la espalda), Alex Lemun (17 años, asesinado por el Mayor de Carabineros Marco Treuer, quien le disparó en la cabeza), Julio Huntecura (2004, asesinado en la cárcel por otros reclusos, sin que se le hubiese reconocido y resguardado como preso político), Juan Collihuin (Lonko de 71 años que fue asesinado en su casa por el Carabinero Juan Mariman, quien se encuentra en libertad).

Por último cabe destacar el actuar de Carabineros en la detención del comunero Carlos Curiñao, cuyas imágenes fueron difundidas por Canal 13, evidenciando para todo el mundo como los PACOS pateaban en la cara al mapuche que ya se encontraba esposado.


Los veinte años al mando de la Concertación estuvieron marcados por abusos policiales, muchos de los cuales no alcanzaron a ser noticia en los grandes medios de comunicación, y lo que es más preocupante, no alcanzan a estremecer a la ciudadanía, que con su silencio e indiferencia avalan una democracia que encarcela, tortura y asesina a quienes deciden hacer algo más que solo lamentarse por las injusticias sociales.

La respuesta del gobierno de Piñera no ha sido diferente, Carabineros de Chile ha actuado impunemente en contra de estudiantes, apoderados, trabajadores y vecinos. En Concepción, un niño de doce años recibió en el rostro el disparo de una bomba lacrimógena y en Santiago según testifican los familiares que acompañaban al menor, fue asesinado Manuel Gutiérrez (16 años) por balazos de un Carabinero.


A pesar de esto, la hipocresía instalada culturalmente insiste en señalar a los encapuchados o a los manifestantes más temerarios, como terroristas y delincuentes, sin ni siquiera reparar en cuales son reales y cuales son infiltrados de la policía.

jueves, agosto 25

PACOS DE CHILE GOLPEAN A MUJER DE 76 AÑOS

VIOLENCIA POLICIAL EN POBLACIÓN lA VICTORIA Y SU CANAL DE TELEVISIÓN COMUNITARIA

El saqueo del cobre es la pobreza de $HILE

DOCUMENTAL REALIZADO POR EL PERIÓDICO DE LA OCTAVA REGIÓN HTTP://RESUMEN.CL

lunes, agosto 22

domingo, agosto 21

Gobernados por ciegos e irresponsables

Leonardo Boff

Afinando los muchos análisis hechos acerca del conjunto de crisis que nos asolan, llegamos a algo que nos parece central y sobre lo que toca reflexionar seriamente. Las sociedades, la globalización, el proceso productivo, el sistema económico-financiero, los sueños predominantes y el objeto explícito del deseo de las grandes mayorías es consumir y consumir sin límites. Se ha creado una cultura del consumismo propalada por todos los medios. Hay que consumir el último modelo de celular, de zapatillas deportivas, de ordenador. El 66% del PIB norteamericano no viene de la producción sino del consumo generalizado. Las autoridades inglesas se sorprendieron al constatar que, entre quienes promovían los disturbios en varias ciudades, no solamente estaban los habituales extranjeros en conflicto entre sí, sino muchos universitarios, ingleses desempleados, profesores y hasta reclutas. Era gente enfurecida porque no tenía acceso al tan propalado consumo. No cuestionaban el paradigma de consumo sino las formas de exclusión del mismo.

En el Reino Unido, después de M. Thatcher, y en USA después de R. Reagan, así como en el mundo en general, va creciendo una gran desigualdad social. En aquel país, los ingresos de los más ricos se incrementaron en los últimos años 273 veces más que las de los pobres, según informa Carta Maior el 12/08/2011. Por eso, no es de extrañar la decepción de los frustrados ante un «software social» que les niega el acceso al consumo y ante los recortes en el presupuesto social, del orden del 70%, que los castiga duramente. El 70% de los centros recreativos para jóvenes fueron simplemente cerrados.

Lo alarmante es que ni el primer ministro David Cameron ni los miembros de la Cámara de los Comunes se tomaron el trabajo de preguntar el por qué de los saqueos en las distintas ciudades. Respondieron con el peor remedio: más violencia institucional. El conservador Cameron dijo con todas las letras: «vamos a detener a los sospechosos y publicaremos sus caras en los medios de comunicación sin importarnos las preocupaciones ficticias con respecto a los derechos humanos». He aquí una solución del despiadado capitalismo neo-liberal: si la orden que es desigual e injusta lo exige, se anula la democracia y se pasa por encima de los derechos humanos. Y esto sucede en el país donde nacieron las primeras declaraciones de los derechos de los ciudadanos.

Si miramos bien, estamos enredados en un círculo vicioso que puede destruirnos: necesitamos producir para permitir el tal consumo. Sin consumo las empresas van a la quiebra. Para producir, necesitan los recursos de la naturaleza. Estos son cada vez más escasos y ya hemos dilapidado un 30% más de lo que la tierra puede reponer. Si paramos de extraer, producir, vender y consumir no hay crecimiento económico. Sin crecimiento anual los países entran en recesión, generando altos índices de desempleo. Con el desempleo, irrumpen el caos social explosivo, depredaciones y todo tipo de conflictos.

¿Cómo salir de esta trampa que nos hemos preparado a nosotros mismos?

Lo contrario del consumo no es el no consumo, sino un nuevo «software social» en la feliz expresión del politólogo Luiz Gonzaga de Souza Lima. Es decir, urge un nuevo acuerdo entre un consumo solidario y frugal, accesible a todos, y los límites intraspasables de la naturaleza. ¿Cómo hacer? Existen varias sugerencias: el «modo sostenible de vida» de la Carta de la Tierra, el «vivir bien» de las culturas andinas, fundado en el equilibrio hombre/Tierra, la economía solidaria, la bio-socio-economía, el «capitalismo natural» (expresión desafortunada) que intenta integrar los ciclos biológicos en la vida económica y social, y otras.

Pero cuando los jefes de los Estados opulentos se reunen no hablan de estas cosas. Ahí se trata de salvar el sistema que está haciendo agua por todas partes. Saben que la naturaleza ya no puede pagar el alto precio que el modelo consumista cobra. Ya está a punto de poner en peligro la supervivencia de la vida y el futuro de las próximas generaciones. Estamos gobernados por ciegos e irresponsables, incapaces de darse cuenta de las consecuencias del sistema económico-político-cultural que defienden.

Es imperativo un nuevo rumbo global, si queremos garantizar nuestra vida y la de los demás seres vivos. La civilización científico-técnica que nos ha permitido niveles exagerados de consumo puede poner fin a si misma, destruir la vida y degradar la Tierra. Seguramente no es para esto para lo que hemos llegado a este punto en el proceso evolutivo. Urge tener valor, osadía para cambios radicales, si es que todavía nos tenemos un poco de amor a nosotros mismos.