Durante estos días de Juicio Oral se a pretendido demostrar, sin mucho éxito, la existencia de un grupo que funciona como asociación ilícita para el robo de madera y que contaría con protección y cobertura armada, de parte de otra asociación ilícita terrorista, la CAM, una especie de mafia criminal sin vinculación alguna con las comunidades mapuche del sector. El hecho de que la totalidad de los imputados sean miembros de comunidades mapuche, es para el Fiscal Cruz, una mera casualidad.
En tanto, que para los presos políticos mapuche, imputados en este Juicio, se trata de un proceso de recuperación de tierras y reivindicaciones históricas del Pueblo Nación Mapuche, en el cual se desarrollaron ejercicios básicos y necesarios de auto defensa en el marco de la resistencia de las comunidades mapuche, en resguardo de sus derechos fundamentales
En esta Acusación se ha pretendido esconder el trasfondo de esta lucha, pretendido, transformar esta realidad en hechos aislados que responden a actos delincuenciales y terroristas. Sin embargo, esta estrategia ha sufrido innumerables reveces, por ejemplo, con la declaración de un alto oficial de carabineros quien expresa, claramente, algunas situaciones que dejaron en incomoda posición a fiscales y querellantes; como por ejemplo, el fuerte altercado entre un superior de Carabineros y el entonces Fiscal Especial para causas mapuche, el hoy víctima, Mario Elgueta. Situación que deja al desnudo el poder que sustentaba y su falta de prudencia, provocando un hecho, supuestamente fortuito, que posteriormente, es incrementado artificialmente. Mas aún, este oficial reconoce la existencia de un conflicto “que sobrepasa las funciones de su institución” señalando textualmente “ojala que todo esto se solucione en algún momento”.
Por otro lado el representante de Forestal Mininco no pudo esconder en su intervención los intereses económicos que estaba representando, reconociendo el conflicto con comunidades mapuche de parte de esta empresa cuyo patrimonio pertenece a una de las familias mas ricas y poderosas de este país, incluyendo un territorio de mas de 750.000 hectáreas, superior a todo lo que en su conjunto posee el Pueblo Mapuche.
Tales declaraciones no han podido esconder las verdaderas causas de este conflicto, expresado hoy en este Juicio, tan poco han podido negar la existencia de la confrontación que existe entre las comunidades mapuche que luchan por sus derechos territoriales y políticos en contra de estos enormes conglomerados económicos y sus inversiones destructivas del mundo mapuche.
A estas alturas del desarrollo del Juicio Oral, van quedando claras las intensiones político judiciales del Ministerio Publico y querellantes (Gobierno y Forestal), en representación de los intereses empresariales de la zona del Lleu Lleu y que tiene su epicentro, en estos momentos, en el conflicto de lov Choque.
La intención del Ministerio Público, en este Juicio, es negar la existencia de un conflicto ancestral, transformando las recuperaciones de tierra productiva en actos ilícitos y condenables, y la legitima resistencia de nuestro Pueblo en terrorismo.
Contrario a ello, los presos políticos mapuche reivindican dicho proceso y legitiman la resistencia y auto-defensa masiva en la cual participaron decenas de miembros de la comunidad, incluyendo mujeres y niños, con elementos básicos como piedras y palos, frente a fuerzas combinadas de carabineros e investigaciones dotadas de equipamiento y armamento de guerra, como fusiles y tanquetas.
Es en este marco, de enorme desventaja, en que el Ministerio Público pretende hacer creer que hubo una “emboscada de aniquilamiento”, en contra del Fiscal Elgueta, ayudado de la prensa fascista, pero que en el transcurrir del Juicio ha ido quedando sin sustentación lógica, inclusive, por la enorme contradicción de diversos aspectos técnicos. Del mismo modo, no ha existido de parte de los testigos de la Fiscalía, una sola versión de los hechos; quedando claro que lo que ocurrió fue un fuerte enfrentamiento entre la comunidad y dos caravanas compuesta por más de 19 vehículos, con efectivos fuertemente armados, el cual creemos pudo ser provocado y orquestado por el propio Fiscal Elgueta, impotente frente a su fracaso profesional como Fiscal Especial de causas mapuche y con el objeto de justificar mayores e indiscriminadas medidas represivas.