PEQUEÑA BITÁCORA DE UN VIAJE INESPERADO…
NORBERTO GANCI –DIRECTOR- El Club de la PlumaLas mismas opulencias, miserias y medianías nos atraviesan, nos unen, nos mezclan en esta tierra de sueños y futuros incompletados…
En mis anotaciones, comencé por detallar algunas impresiones surgidas en este viaje realizado a Porto Alegre, con motivo de la inauguración de “La Integración”, punto de encuentro de diferentes culturas, costumbres, historias e interminables etcéteras…
Pensaba que es inadmisible, inaceptable la concepción de fronteras geográficas, culturales, cuando prevalece el pensamiento, el deseo por concretizar en hechos y acciones el legendario sueño de “La Patria Grande”; que sólo es cuestión de cambiar idiomas, algunas imágenes y denominaciones de espacios, ya que se repiten en Bolivia, Brasil, Argentina, Venezuela y otros, tanto las problemáticas, como las carencias.
También son similares las posibilidades de revertir y encausar hacia otro destino…
Sólo es cuestión de voluntades, de eliminar toda muestra, vestigio o cúmulo de mezquindad; de imaginar desde nosotros y hacia el conjunto la necesaria transformación, de reconocernos parte de un todo, y en la importancia que cada uno tiene para el funcionamiento de ese todo.
Asimismo, identificar como valor de pertenencia el “estar”, aquí en este momento, en este mundo, en esta tierra, en este lugar…
Las fronteras son impuestas, sostenidas y reforzadas insistentemente para ejercer el control. Se hace necesario, esencial, individualizarlas, identificarlas, descubriendo su debilidad y destruirlas.
Tal parece, en los últimos tiempos, el ejercicio del periodismo se hace mirando una pantalla y tecleando; utilizando esta otra manera de comunicación, chateando, skypeando pero, ello no es suficiente. Es imprescindible, como en los primeros tiempos, ejercer la tarea periodística en las calles, en los caminos, en los campos… Andar las madrugadas, tomarse el frío de las noches, develar detrás de la niebla aquellas imágenes que mañana no estarán en primera plana, ni en destacados y mucho menos en curiosidades, a menos que alguien se haya distraído…
Hablar con el común de la gente, adivinar y escuchar sus vivencias, sus no existencias.
A alguien le pregunté desde cuando y porqué vivía en la calle… Como respuesta obtuve un movimiento de subir hombros, en señal de no conocer la respuesta y a la vez un decir “que más da, a quién le importa”.
Pienso que tal vez hacer periodismo sea salir a buscar la noticia, descubrir la vida, aquella que han sepultado, que nos han ocultado detrás de un plasma, de un monitor o de una cuatro por cuatro…
Y entre la madrugada y el amanecer rompo las habitualidades apoyándome contra una reja, en una esquina… Los lugareños me observan, algunos casi de reojo, otro de manera frontal y las mujeres, como casi siempre, virando hacia otro sitio sus miradas…
Un rostro nuevo, una figura nueva en el paisaje cotidiano…
La llovizna y mis pies desempolvan el recuerdo de mi humanidad que reclama un intervalo… (Tal vez, si mirase y convocase un poco más hacia la izquierda, alguien acuda en mi rescate…)
Mientras tanto, la extrañeza de algunas gentes sigue fijándose en mi silencioso estar…
En este primer y pequeño recorrido de la memoria reciente, no quiero dejar de abrazar en la distancia a: Donaza, Zeciño, Josemari, Aline, Roberto, Enrique, Ciro, Maria Lizette, Cecilia, Martha Elena, Marta, Norelys, Guida, Luis Miguel, Jane, Bando, y tantos otros con quienes tuve la oportunidad de ver la vida desde otros ángulos, desde otros sueños, con otros horizontes, pero todos, con la esperanza de lograr en nuestro continente, en la hermosa Abia Ayala “La Integración”…
Que así sea…
NORBERTO GANCI –DIRECTOR- El Club de la Pluma
elclubdelapluma@gmail.com – elclubdelapluma@hotmail.com
http://elclubdelapluma.bligoo.com.ar/
Asimismo, identificar como valor de pertenencia el “estar”, aquí en este momento, en este mundo, en esta tierra, en este lugar…
Las fronteras son impuestas, sostenidas y reforzadas insistentemente para ejercer el control. Se hace necesario, esencial, individualizarlas, identificarlas, descubriendo su debilidad y destruirlas.
Tal parece, en los últimos tiempos, el ejercicio del periodismo se hace mirando una pantalla y tecleando; utilizando esta otra manera de comunicación, chateando, skypeando pero, ello no es suficiente. Es imprescindible, como en los primeros tiempos, ejercer la tarea periodística en las calles, en los caminos, en los campos… Andar las madrugadas, tomarse el frío de las noches, develar detrás de la niebla aquellas imágenes que mañana no estarán en primera plana, ni en destacados y mucho menos en curiosidades, a menos que alguien se haya distraído…
Hablar con el común de la gente, adivinar y escuchar sus vivencias, sus no existencias.
A alguien le pregunté desde cuando y porqué vivía en la calle… Como respuesta obtuve un movimiento de subir hombros, en señal de no conocer la respuesta y a la vez un decir “que más da, a quién le importa”.
Pienso que tal vez hacer periodismo sea salir a buscar la noticia, descubrir la vida, aquella que han sepultado, que nos han ocultado detrás de un plasma, de un monitor o de una cuatro por cuatro…
Y entre la madrugada y el amanecer rompo las habitualidades apoyándome contra una reja, en una esquina… Los lugareños me observan, algunos casi de reojo, otro de manera frontal y las mujeres, como casi siempre, virando hacia otro sitio sus miradas…
Un rostro nuevo, una figura nueva en el paisaje cotidiano…
La llovizna y mis pies desempolvan el recuerdo de mi humanidad que reclama un intervalo… (Tal vez, si mirase y convocase un poco más hacia la izquierda, alguien acuda en mi rescate…)
Mientras tanto, la extrañeza de algunas gentes sigue fijándose en mi silencioso estar…
En este primer y pequeño recorrido de la memoria reciente, no quiero dejar de abrazar en la distancia a: Donaza, Zeciño, Josemari, Aline, Roberto, Enrique, Ciro, Maria Lizette, Cecilia, Martha Elena, Marta, Norelys, Guida, Luis Miguel, Jane, Bando, y tantos otros con quienes tuve la oportunidad de ver la vida desde otros ángulos, desde otros sueños, con otros horizontes, pero todos, con la esperanza de lograr en nuestro continente, en la hermosa Abia Ayala “La Integración”…
Que así sea…
NORBERTO GANCI –DIRECTOR- El Club de la Pluma
elclubdelapluma@gmail.com – elclubdelapluma@hotmail.com
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