RÍO +20 Y LA CRISIS DEL MUNDO
Publicado en Lucha Indígena (Perú) n 71, julio 2012
El mundo vive una crisis. Crisis económica, política, ambiental, ética.
Crisis de civilización, de la civilización «occidental y cristiana» La economía imperante es el capitalismo
en su fase imperialista neoliberal. El mundo está gobernado por las grandes empresas transnacionales.
La naturaleza sufre el mayor ataque de la historia: Por el calentamiento global producido por la emisión de gases de efecto invernadero por las grandes empresas transnacionales, el que provoca la disolución de nieves y hielos, desaparición de arroyos, adelgazamiento de los ríos, subida del nivel del mar que engulle islas, huracanes, inundaciones, desorden climático, a todo lo cual los masivos medios de comunicación del sistema denominan «desastres naturales».
Por la minería a cielo abierto que explosiona 4 toneladas de roca para obtener un gramo de oro. Por la
agroindustria que utiliza la ciencia y la técnica en beneficio de la empresa productora y en perjuicio de la naturaleza y de la humanidad, a la que alimenta con transgénicos y químicos y produciendo biocombustibles para alimentar a los carros. Por la construcción de represas para hidroeléctricas al servicio de la minería, inundando territorios en los que viven y trabajan indígenas y campesinos.
Construyendo vías rápidas de comunicación dañando la naturaleza. Impulsando la energía atómica, etc.
La humanidad es sometida al hambre y la miseria, en zonas de África la muerte es masiva. La salud es víctima de la comercialización de la vida: Productos transgénicos y químicos, laboratorios privados, clínicas. Todo el aparato funciona para cuidar la salud de las grandes empresas, aplastando la salud de la población mundial.
La crisis económica ahora incluye al denominado «primer mundo», «mundo desarrollado». Estados Unidos y Europa están en crisis, la que, como siempre, es descargada sobre los hombros de la sociedad en general, en beneficio de los que producen la crisis: Los grandes bancos y las empresas financieras.
En esos países se aumenta la edad de la jubilación. Disminuye el presupuesto de salud y educación. Se rebaja los salarios, Se despide millares de trabajadores del Estado. Aumenta el número de suicidios, de niños de la calle, de gente sin vivienda. El ataque a la naturaleza es más fuerte en los países pobres, pues los otros todavía cuidan algo el medio ambiente.
Los países están gobernados, casi en su totalidad por sirvientes del capital transnacional, los gobiernos que se resisten capitulan a muchas de sus exigencias. La ética del sistema es, entre otras cosas, la competencia: «Para subir debes pisar la cabeza de otro», el consumismo: «Cuanto más consumes, más feliz eres», la
discriminación de unos oprimidos contra otros.
La reunión oficial de la ONU en su declaración «El futuro es nuestro deseo»,
manifestó lo siguiente:
«1. Nosotros, los Jefes de Estado y de Gobierno y representantes de alto nivel, reunidos en Río de Janeiro, Brasil, del 20 al 22 junio de 2012, resolvemos trabajar juntos por un futuro próspero, seguro y sostenible para nuestro pueblo y nuestro planeta.»
«2. Reafirmamos nuestra determinación para liberar del hambre a la humanidad y queremos a través de la erradicación de todas las formas de pobreza y esforzarnos por sociedades que sean justas, equitativas e inclusivas, por estabilidad económica y desarrollo que beneficien a todos.»
En realidad no acordaron nada.
Tenían la intención de aprobar la «economía verde», que significa convertir la naturaleza
en mercancía, pero el fuerte y extendido repudio a este punto, les impidió suscribirlo en la declaración, lo que no significa que no lo llevarán a la práctica.
en mercancía, pero el fuerte y extendido repudio a este punto, les impidió suscribirlo en la declaración, lo que no significa que no lo llevarán a la práctica.
Lo positivo de esa reunión es que provocó la reunión de representantes de quienes están contra el sistema que nos oprime, la Cumbre de los Pueblos porJusticiaSocial y Ambiental (15-22 de junio). En ella fue
importante la conjunción de las reivindicaciones de los distintos sectores oprimidos por el sistema, víctimas de la agresión económica y ecológica de éste, que para dividir a los oprimidos, mantiene diversos tipos de discriminación: raciales, contra los pobres, contra los indígenas, contra los campesinos, contra los «tercermundistas», contra las mujeres, contra las diversas opciones sexuales, contra religiones, etc.
Se compartió y se concertó temas, estrategias, luchas y campañas. La Declaración de la Cumbre señala:
«La Cumbre de los Pueblos es el momento simbólico de un nuevo ciclo en la trayectoria de luchas globales, que produce nuevas convergencias entre movimientos de mujeres, indígenas, negros, juventudes, agricultores/as familiares y campesinos, trabajadores/as, pueblos y comunidades tradicionales, quilombolas, luchadores por el derecho a la ciudad, y religiones de todo el mundo».
Los debates abordaron temas como derechos, defensa de los bienes comunes contra la mercantilización, energía, industrias extractivas, soberanía alimentaria, empleo y trabajo digno. Hubo una visión bastante coincidente de las causas de las crisis actuales -que laDeclaración resume como: «el sistema capitalista patriarcal, racista y homofóbico»- y el rechazo a las falsas soluciones.
Uno de los hechos destacados de la Cumbre fue la gran marcha del 20 de junio (día del inicio de la Cumbre oficial), entre 50 y 100 mil personas desfilaron por la zona céntrica de Río.
No hay comentarios:
Publicar un comentario