martes, noviembre 22

“Esto ya no es un petitorio, es la propuesta de los secundarios para cambiar el modelo de educación en Chile”

Entrevista a Alfredo Vielma, vocero de la ACES
por Victoria Lozano


Hace unos días los estudiantes secundarios organizados en la ACES dieron a conocer su propuesta para la educación en Chile, que tras meses de elaboración y discusión a nivel nacional se entregó al gobierno en la segunda mesa de diálogo, pero tras el quiebre de esta instancia política, la ACES avanza con su propuesta en el territorio social.

“Es un arma que los estudiantes secundarios estamos trabajando en las bases para defendernos e ir en beneficio de nuestra sociedad”

¿En qué consiste?
La propuesta está hecha en base a tres puntos centrales que son: Sistema nacional de educación estatal, gratuita, de excelencia y con control comunitario, Tarjeta Nacional Estudiantil gratuita los 365 días del año y la Reconstrucción de colegios, liceos y escuelas estatales sin privatización.
El control comunitario de la educación estatal (CCEE) es un elemento nuevo y radical puesto que implica otro paradigma social, ¿en qué se fundamenta y a qué se refiere concretamente?

Es un elemento nuevo para la discusión en Chile, pero es un modelo que existe y funciona en otros países, me refiero a Finlandia por ejemplo o a las experiencias de las escuelas del Movimiento de los Sin Tierra en Brasil, de las cuales tomamos elementos para nuestro planteamiento, así como también del Proyecto de la Escuela Nacional Unificada, de Salvador Allende.

Hay muchos argumentos que nos llevaron a este modelo, en términos prácticos hoy día las personas no tenemos otra influencia en la educación más que la de poner los pesos sobre la mesa, la apuesta es a que tengamos participación ciudadana real, por ejemplo en la creación e implementación de las mallas curriculares. Que haya control social sobre lo que el Estado entrega y no seamos meros consumidores.

Esto se fundamenta en que las comunidades tienen realidades diversas, o sea los componentes culturales en Arica son diferentes a los de la Araucanía o Magallanes. Pero no es sólo eso, sino que en general, muchos aspectos como la distribución de ingresos para la educación deben guiarse por un control triestamental, en el que sea determinante la visión de los académicos, de los estudiantes y de los apoderados, además de un ente participativo y fiscalizador que represente la opinión del Estado, cuya función debe ser la de garantizar los recursos para la educación.

Estamos proponiendo incentivar y recuperar el rol público de la escuela y la responsabilidad ciudadana con la educación.

¿Qué implica esto en términos políticos?
Implica crear y recuperar la soberanía de las personas, ¿por qué no comenzar por la educación?
El concepto es generar Poder Dual, es decir, que la gente tenga un control real sobre como quiere vivir y no como ha sido hasta ahora que sólo tiene que optar a que puede o quiere comprar. Se trata de una verdadera libertad y no la que está limitada por las leyes de mercado.

¿Cómo visualizan la concreción de esta propuesta, a través del Congreso, de un plebiscito u otros caminos?Es complejo y representa una de las mayores problemáticas del movimiento estudiantil. La clase política empresarial demostró ser incompetente ante las demandas sociales porque sus intereses no representan a los de las mayorías. Esto habla de un conflicto no sólo a nivel educacional, sino que con el sistema político privatizador en su conjunto. En este sentido la solución es que la sociedad completa tenga real incidencia en las decisiones que les afectan.

Como ya no es posible confiar en la clase política, la autogestión es la soberanía concreta de la gente y a lo largo de todo Chile se han levantado experiencias autogestionadas. Este proceso va en avance y es porque como no podemos quedarnos esperando que el Estado ejecute los cambios, estamos construyendo la alternativa.

¿Qué se necesita para continuar fortaleciendo esta propuesta?
La organización de las personas es fundamental y necesitamos que eso se siga desarrollando cada vez sumando a más sectores, a más vecinos, que se expanda territorialmente y desde las trincheras que nos configuran, construir nuestra propia cultura y nuestra historia.

¿Hay algo más que consideres importante señalar?
Sí, me gustaría denunciar la situación represiva que está viviendo la lucha social. Nos toman detenidos, nos hieren, nos amenazan, el uso del carro lanza aguas y de los gases lacrimógenos es indiscriminado. Y mataron a nuestro compañero Manuel Gutiérrez.

Chile hace más de dos años debió haber entregado un informe sobre los métodos disuasivos y represivos y los organismos de “inteligencia” que existen y que se utilizan en contra de las movilizaciones sociales, esta información aún no se ha transparentado.

¿En este sentido como evaluarías el rol del Instituto de Derechos Humanos de Chile?
Cuando nosotros estuvimos sosteniendo determinadas huelgas de hambre el Instituto de DDHH, aparte de visitarnos no hizo nada más. Señalándonos que no podían tomar una postura competente frente a la situación, porque les significaría tomar parte en la lucha estudiantil. Después de eso no hay nada más que decir ni que esperar de ese Instituto.

Por mi parte y también como vocero de ACES, quisiera dedicar esta nota a todos los compañeros que sostuvieron huelgas de hambre, porque fue una acción muy fuerte y de gran impacto social. Fundamental para la fuerza que tiene el movimiento hoy día.

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