El drama de Transaraucaria, se agudizan movilizaciones y once trabajadores están en huelga de hambre hace más de 20 días.
Sin poder trabajar y con la vigencia aún de sus contratos se encuentran más de seiscientos trabajadores de la empresa de transporte Transaraucaria, luego que el Ministerio de Transporte autorizó la venta a una empresa que no tenía la solvencia para pagar ni siquiera un mes de salario y a la que le claudicó la concesión a los dos meses. Hoy, los trabajadores recorren Santiago pidiendo una moneda solidaria, los 164 buses están parados y el gobierno sin dar respuesta.
“La mala administración la pagamos los trabajadores, el perraje”, señala uno de los conductores en la sede de Transaraucaria, empresa de transporte que tuvo concesión de la zona H desde que comenzó a operar el Transantiago, con capacidad para transportar a un millón de usuarios al día y que en sus inicios fue evaluada como número uno en el servicio. ¿Cómo llegaron a esta grave situación? Denis Vargas, uno de sus voceros y dirigentes, explica a Diario Uno.
“La empresa nos debía el pago de imposiciones y todos los descuentos que se nos hicieron por planilla durante dos años, por ejemplo para salud, que no sabemos a donde fueron a parar. Pero en vez de pagarnos y regularizar la situación los dueños vendieron y ahora están administrando la zona G.
La venta se hizo sin que el Ministerio de Transporte verificara a través de un informe que es obligatorio, la solvencia y experiencia necesaria de los nuevos administradores, cuyo dueño es el empresario ruso, director de la Corporación Nuclear Eléctrica de Chile, Anatole Gubin”.
Sorpresivamente para nosotros, continúa el dirigente, al mes de hacerse efectivo el traspaso, el dueño no nos pagó el sueldo correspondiente al mes de junio de este año. “Somos 650 trabajadores, es decir 650 familias que dependen de esta fuente de trabajo.
En ese momento, decidimos hacer un paro para que se nos pagara la deuda y se nos cancelara el sueldo, sin embargo, el Ministerio de Transporte, al segundo día de nuestra movilización decidió claudicar la concesión, mutilando nuestra opción de trabajar y frenando la oportunidad de que la empresa regularizara nuestra situación.
Es decir, que actualmente nos encontramos contratados por la empresa, sin poder trabajar hace cuatro meses y sin recibir sueldo hace cinco”. Mientras tanto y en una medida desesperada por llamar la atención de las autoridades, once trabajadores comenzaron el dos de octubre una huelga de hambre, en su sede ubicada en Pedro Aguirre Cerda.
La huelga de hambre no es un juego
Luego de que los presos políticos mapuche lograron instalar sus demandas con una huelga de hambre que no dejó indiferente a nadie y tras el bochornoso episodio de violadores a derechos humanos presos en Punta Peuco que pretendieron imitarlos, aguantando sólo un día sin comer, la huelga de hambre hoy no es novedad en nuestro país.
Sin embargo, eso no quita el carácter de medida extrema, puesto que significa arriesgar la salud y la vida, aunque la intención no es la muerte, sino que estremecer a la opinión pública y a las autoridades cuando estás hacen oídos sordos a las demandas de justicia y dignidad de, en este caso, los trabajadores.
“Antes de que nuestros compañeros comenzaran la huelga, nosotros acudimos a los tres poderes del Estado, tocamos todas las puertas, incluso nos tomamos el Ministerio de Transporte y la O.I.T. sin obtener ninguna solución a nuestra problemática.
La Coordinadora del Transantiago nos pidió que le bajáramos el perfil a esto, que si no radicalizábamos las movilizaciones podrían encontrar una buena alternativa, sin embargo, la propuesta del gobierno, la única que nos ha dado fue la de hacernos saber que existen 260 cupos de trabajo para conductores.
Obviamente no podemos aceptarlo puesto que con eso se desintegra la unidad de nuestras demandas colectivas y por que quedan casi 400 personas con el mismo problema. Por eso es la huelga, porque estamos realmente en una situación grave, desprotegidos totalmente y es en definitiva, nuestro último recurso”.
Laura Muñoz, la única conductora de buses de Tranaraucaria nos cuenta como con su trabajo logró sacar adelante a sus cuatro hijas, y que hoy se ha tenido que ver pidiendo dinero en la calle. “Es súper triste ver a los compañeros en huelga de hambre, realmente nos inunda a ratos la desesperación y la sensación de derrota, pero sabemos que exigimos lo justo y por eso nos mantenemos firmes, aunque estamos muy desgastados”.
La propuesta de los trabajadores
Los trabajadores exigen que se les garantice la continuidad laboral a todos los empleados en Transaraucaria, efectuando su reinstalación de manera global o proporcional en empresas de Transantiago. “Que se nos pague de inmediato los sueldos que nos adeudan desde el inicio del conflicto y que se regularice cuanto antes las cotizaciones previsionales y por último, que haya un trabajo en conjunto con el Ministerio del Transporte para elaborar un proyecto que garantice, respalde y proteja las indemnizaciones de los empleados del Transantiago.
Que se solucione y terminen ahora todas las vulneraciones que han hecho a nuestros derechos fundamentales como personas y trabajadores”.
1 comentario:
Hoy primero de diciembre,¿continuan
en huelga?
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